Cierre de negocios, disminución en demanda de productos y servicios, así como desempleo, anticipan de nuevo para la zona sur por la implementación del “semáforo epidemiólogico naranja” por tiempo indefinido.
La concientización ciudadana, sumada a la labor de las autoridades será el binomio que permitirá sortear esta etapa.
El repunte de casos de COVID-19 determinó que a partir del próximo lunes Quintana Roo entra a “fase naranja”. La preocupación en los sectores productivos es generalizada porque la operación de las actividades esenciales se restringe al 50 por ciento.
La presidenta de la Delegación de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados en Othón P. Blanco, Beyra Aguirre Villegas, reconoció habrá afectación severa.
El año pasado 37 establecimientos adheridos a la Canirac dejaron de funcionar porque solo registraban pérdidas diversas. Algunos pretendían retomar operaciones sin embargo con “el semáforo naranja” ya no podrán.
Aguirre Villegas indicó que en esta ocasión no se espera cierre de negocios, pero si disminución en los escasos dividendos, pues la operación será del 50 por ciento.
“No esperamos cierre de negocios pero los comensales se quedarán en casa y no tendremos ganancias… Vamos a cumplir con las disposiciones y esperamos salir de esto pronto”, refirió.
Expuso diseñarán estrategias necesarias para promociones a los clientes, no solo para los que acudan a los restaurantes, sino que también para los hacen pedidos para llevar.
“Vamos a ver qué estrategia podemos tomar para que no nos afecte tanto, porque si de por sí venimos arrastrando la cuesta de enero y ahora febrero, porque se ha notado la disminución de ventas desde noviembre y diciembre, entonces no nos queda más que adaptarnos”, apuntó.
Aguirre Villegas dijo que ahora el comportamiento de las ventas se ha vuelto incierto, ya que dependen de la percepción de los ciudadanos con respecto a la pandemia sanitaria, por lo tanto se deben adaptar.
Para la Asociación de Gimnasios de Chetumal la situación se tornará complicada, indicó su presidente Víctor Zalaya Zumohano.
“Implicará la pérdida de empleos por el cierre definitivo de gimnasios y centros deportivos que no podrán recuperarse de las restricciones económicas… Después de siete meses de inactividad y una ligera recuperación económica registrada por la reapertura desde octubre el volver a cerrar será un golpe a la actividad”, anticipó.
De octubre del año pasado a la fecha se permitió aforo del 50 por ciento a los gimnasios aunque no se alcanzó el porcentaje.
Enfatizó que los propietarios de gimnasios tenían cifradas sus esperanzas de recuperación en el primer trimestre del año cuando las personas tienen en sus objetivos bajar de peso y mantenerse en forma.
“Con la obligación de cerrar a partir del lunes prácticamente se desinfla la burbuja de esperanza que teníamos de tener una recuperación económica en el primer trimestre del año”, señaló.
Zalaya Zumohano anticipó la pérdida de empleos ya que muchos establecimientos no podrán mantener los gastos de operatividad y la ruptura de la cadena de productividad que rodea el servicio que proporcionan en los gimnasios y centros deportivos.
El año pasado, tras la suspensión de actividades, 18 gimnasios cerraron en forma definitiva en la Zona Norte del Estado y en esta ocasión hay 15 en el Sur en ese riesgo.
En promedio los gimnasios tienen entre cuatro y 10 empleados y muchos de ellos resentirán las consecuencias del cierre a partir del lunes próximo.
El presidente de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios Turísticos (Canaco-Servitur) en la Zona Centro y Sur, Juan Jaime Mingüer Cerón, expuso su preocupación, porque existen al menos 525 socios que enfrentan condiciones difíciles.
Pues los recursos obtenidos con la solventación del adeudo de 300 millones de pesos de parte del Gobierno del Estado, serán utilizados para cubrir deudas que se “arrastran” desde el año pasado.
Aunque hay intención de mantenerse en operación, el cierre de negocios y despido de personal es algo latente.
Exhortó a la población a seguir las instrucciones de las autoridades para salir de esta etapa de riesgo a la brevedad.
